martes, 12 de junio de 2012


El relieve se organiza en torno a una gran meseta central: la altiplanicie Mexicana o el Altiplano. A pesar de su nombre de planicie no es una llanura, sino que se resuelve en una serie de sierras transversales que tienen una dirección general de este a oeste.


México se encuentra en el borde suroccidental de la placa Norteamericana. Es un territorio muy inestable entre las placas del Pacífico, de Cocos y del Caribe. Así, en México son frecuentes los terremotos, y abundan los volcanes activos



La evolución del relieve se debe fundamentalmente a dos tipos de procesos:

Los procesos geológicos internos o endógenos: Los procesos internos son el resultado de la dinámica interna del planeta. Esta dinámica se manifiesta principalmente a través de la actividad volcánica, la actividad sísmica y la actividad tectónica.

Los procesos geológicos externos o exógenos: los procesos geológicos se deben a la interacción de la corteza terrestre con la atmósfera, la hidrosfera y la biosfera..





Dentro de este grupo podríamos incluir a los tres tipos mayores del relieve terrestre (tanto con relación a su extensión como a su importancia): Los macizos antiguos y escudos, las cuencas o llanuras sedimentarias y las cordilleras recientes levantadas durante la Era Cenozoica.



Es un paisaje en el cual ha intervenido el hombre, modificando al paisaje natural construyendo viviendas, edificios, caminos, cultivando la tierra, talando árboles, etcétera.



Está formado por todos aquellos elementos físicos que componen un determinado lugar. El paisaje natural es obra exclusiva de la naturaleza; es decir, no ha sido transformado por la acción del hombre. Se trata de los espacios ocupados antaño por sociedades de recolectores, cazadores y pescadores que tenían un conocimiento muy íntimo y especializado del medio


Son regiones extensas y plana, ligeramente inclinadas u onduladas, que, por lo general, están situadas a pocos metros sobre el nivel del mar.